No todas las catas de vino son iguales ni se dirigen a un mismo fin. Al contrario, existen diferentes tipos de cata dependiendo de la situación y la compañía. Asimismo, el lenguaje que empleamos en la cata también variará según el entorno y el grado de confianza.
Según Émile Peynaud, el enólogo más influyente del siglo XX y considerado el padre de la enología moderna, «la diferencia entre catar y beber es la misma que existe entre un viajero y un turista. El viajero se enriquece observando desde el paisaje hasta las gentes y sus costumbres. El turista, en muchas ocasiones, pasa por países o lugares sin apenas conocer nada de ellos».
Tipos de cata
Cata analítica
La cata analítica consiste en deconstruir los elementos que componen el vino. El objetivo principal es evaluar la calidad de los productos y sus características organolépticas: se valoran equilibrios, aromas y los procesos de elaboración del vino y se buscan defectos y virtudes. Podría decirse que es la cata que realizan los enólogos al degustar los vinos en la bodega.
Cata hedonista
Se denomina hedonismo a la doctrina ética que identifica el bien con el placer, especialmente con el placer sensorial e inmediato. En consecuencia, la cata hedonista es la que describe las sensaciones positivas o negativas que nos produce el vino. Superado el rigor analítico, en esta fase podemos dejarnos llevar por las sensaciones y la imaginación. Suele estar asociada a momentos distendidos, eventos o situaciones con amigos o familiares.
Ahora que ya conocemos los dos principales tipos de cata, nos adentraremos en el lenguaje, pues, tal y como afirma Lluís Manel Barba en su libro La cata de Vinos, “nuestra capacidad para sentir el vino está condicionada a la riqueza de nuestro vocabulario enológico”. Es decir, sólo podremos hallar los gustos, colores y aromas que sepamos describir con palabras.
Vocabulario de la cata
La cata de vinos tiene su propio idioma y conocerlo nunca está de más. El libro que ya hemos mencionado más arriba, La Cata de Vinos, publicado por Plaza & Janés Editores, incorpora una descripción del vocabulario de la cata muy interesante, según el examen visual, olfativo y gustativo del vino. A continuación, reproducimos una selección de las expresiones más habituales en las descripciones de los vinos:
Examen visual
- Color:
- Vinos Blancos: verde, acerado, amarillo limón, amarillo paja, amarillo dorado, oro, ámbar, oro viejo, ocre. Ribetes o reflejos: verdosos o dorados.
- Vinos rosados: gris, rosa pálido, rosa tierno, frambuesa, salmón, naranja, piel de cebolla.
- Vinos tintos: violeta, púrpura, ciruela, cereza picota, granate, rubí, castaño, caoba. Ribetes o reflejos: morados o violetas, teja.
- Intensidad del color: claro, ligero, denso, profundo, intenso. En tintos: capa baja, media o alta.
- Limpidez: cristalino, brillante, borroso, opaco, turbio, velado, con posos o sedimentos.
- Fluidez: suelto, consistente, denso, espeso, viscoso, aceitoso.
- Burbujas:
- Tranquilo: nulo, con aguja (pequeñas burbujas).
- Espumoso: persistencia de espuma (persistente, media, floja); tipo de burbuja (fina, mediana, grande); perlaje (lento, mediano, rápido).
Examen olfativo
- Primera impresión: agradable, ordinaria, desagradable.
- Intensidad: fuerte, suficiente, débil, inexistente.
- Persistencia: persistente, larga, corta, fugaz, inexistente.
- Carácter de los aromas: familias aromáticas (animal, balsámica, madera, química, esteres, especiadas, empireumática, florales, frutales, vegetales).