La vinoterapia es un tratamiento natural basado en las virtudes de las uvas. Esta es una técnica cada vez más usada en centros de estética o spas debido a los numerosos beneficios que reporta a nivel estético y de salud.
Estos tratamientos, cuando utilizan distintos tipos de uva, de mostos, de vinos, de aceites derivados de la uva, así como la pulpa, pepitas u hollejos de la uva, tienen las virtudes, entre otras, de causar la reducción del abdomen y la afirmación de glúteos y senos.
También combate el envejecimiento al luchar contra los radicales libres, así como previene la rotura de las fibras de la piel, manteniéndola tersa y elástica. Mejora el cutis, reduciendo los granos de la cara y ayudando a eliminarlos a base de cataplasmas de uvas pasas en el rostro.
Diferentes estudios científicos recientes han establecido que la acción antioxidante del vino actúa con más fuerza que las vitaminas C y E. De ahí su aclamada fama y su continuada utilización en clínicas y centros de estética, que ha hecho que se consolide como una de las técnicas más efectivas a la vez que placenteras.
Igualmente se ha demostrado que mejora otras afecciones como puede ser la mala circulación o la hipertensión. Además, mejora las varices, así como el riesgo de padecer de hemorroides. No olvidemos que, de forma general, aumenta las defensas y es un gran detoxificante, es decir, desintoxican la piel del tabaco, el exceso de sol, el estrés o la polución.
Los masajes con vino Cabernet son muy solicitados ya que permiten liberar las células muertas de la piel. También existen otros, como por ejemplo, el basado en Lambrusco que aporta vitalidad a la piel al suministrarla sustancias minerales.
De la misma manera, son muy conocidas sus cualidades para la relajación, gracias a los increíbles masajes con pulpa de uva fresca y aceites esenciales, o con vinos Sauvignon o Merlot.
Hay fieles adeptos e incondicionales a las mascarillas realizadas con extractos de uva o con aceites de semillas de uva, que aseguran que reduce las arrugas. Otros afirman que, para la circulación, no hay nada mejor que un baño hidromasaje con extractos de uva y sales biológicas.
Si nos remontamos en el tiempo, comprobamos que la vinoterapia no es una técnica nueva o, simplemente, una moda. Allá, por el siglo XVIII, el rey Luis XV popularizó en la corte francesa, el uso de mascarillas de vino para que sus mujeres realzaran su belleza y resaltaran el color rosado de sus mejillas.
Aunque no fue hasta finales del siglo XX cuando los franceses Matilde Cathiard y Bertrand Thomas, inauguraron el primer establecimiento dedicado a esta técnica, en Graves, cerca de Bordeaux, las beauty farms o «granjas de belleza».
Dichos tratamientos se difundieron rápidamente en Italia, tanto es así que en la región de Emilia Romagna, tierra del vino tinto Lambrusco, y en las termas de Salvarola, se combinan las aguas termales con los masajes de uvas Lambrusco y mosto fresco de Trebbiano.
También, hoy en día, en la zona denominada Chianti, en la Toscana, algunos hoteles ofrecen la vinoterapia con vino Sangiovese para un hidromasaje relajante.
Si miramos hacia España, estos son algunos de los tratamientos que se realizan, en el rostro o el cuerpo, en spas o wine spas:
- Baños termales en una bañera de hidromasaje con diversas variedades de uvas.
- Masajes corporales a base de aceites elaborados con las uvas y sus pepitas.
- Envolturas de sudación, en las que se cubre el cuerpo con arcilla, y aceite de varias semillas de uvas.
- Peelings faciales y exfoliantes.
- Además, existen gran variedad de productos cosméticos para usar en estos tratamientos, como cremas, aceites y emulsiones que aportan luminosidad y una hidratación extra.
Si lo piensas, es probable que haya cerca de ti un centro donde aplican y ofrecen la vinoterapia como tratamiento natural, no te lo pierdas. Pero, si no es así… inclúyelo en la agenda de tu próximo viaje, y ¡date un placer!